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Villena

LOS CABOS DE VILLENA, AUTÉNTICOS “DIRECTORES” DE LA FIESTA

LOS CABOS DE VILLENA

Con este artículo lo que pretendo es resaltar, desde mi visión de músico y villenense, aquellos aspectos que considero más destacables de estos especiales “artistas” de las fiestas, los Cabos.

Que nuestros/as Cabos de Villena tienen un talento especial, no lo voy a descubrir ahora.
Que nuestros/as Cabos de Villena tienen una personalidad reconocida en todo el mundo festero, eso salta a la vista.
Que nuestros/as Cabos de Villena llevan la fiesta en la sangre, sólo hace falta verlos en cualquier desfile.

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Para cada festero, o incluso músico, sus fiestas patronales son sin duda “las mejores”. Es natural, cada población vive la fiesta de una manera peculiar, con su propia “idiosincrasia”, término que tanto se oye en nuestros días.
Sería fácil para mí decir que nuestros/as cabos son los “número uno” (y seguro que la mayoría de mis paisanos estarían totalmente de acuerdo), pero no me conformo con esta afirmación, sino que desde el punto de vista musical voy a tratar de argumentar porqué los considero que están en el primer nivel dentro de todos los Cabos de la geografía festera.

Desde que salí de músico en la Banda Municipal de Villena, hace más de 25 años, concretamente el 5 de Septiembre de 1979 con el Maestro Ferriz, tuve la oportunidad de “tocar” en multitud de poblaciones que celebran fiestas de Moros y Cristianos. Lo que siempre tenía en mente era que: ”estas fiestas están bien, pero…¡los Cabos!, los Cabos no tienen nada que ver con los de Villena”…

Por entonces tuve la gran suerte de salir con el famoso Grupo “El Bolsi”. Con ellos pude comprobar que los músicos de Villena también tenemos nuestra propia forma de actuar, nuestro “sello de identidad”. Nuestra interpretación en los desfiles acompañados por “Ruperto”, “Juanico Varela”, “El Nabo”, “Bernardo”, “Baenas”, “Rosillo”, “Zapater”, “Luis Maestre”, “Jos锅 y sobre todo por “El Bolsi”, llamaba la atención de público y festeros.
Lo que nadie me va a discutir es que en Villena la fiesta es algo que se lleva dentro, quizás en exceso algunas veces, pero nacer en nuestra querida Villena tiene, para la mayoría de “villeneros” y “villeneras” una gran carga emocional.

Desde que compongo música para la fiesta de Moros y Cristianos siempre he estado influenciado por mis fiestas, naturalmente. Los músicos y festeros de otras poblaciones saben de nuestro gusto por la vivacidad, la fuerza, la algarabía, la sobriedad…
Cada compositor siempre está, quiera o no, influenciado por su ambiente, por su ciudad, por sus fiestas, por sus raíces… Yo no lo escondo, ¡al contrario!, es para mi un orgullo defender nuestra propia música e intentar aportar mi “granito de arena” a mis fiestas. Sin ir más lejos la mayor parte de mis composiciones son para la fiesta de Moros y Cristianos de Villena.

Cuando compongo, como ya he comentado otras veces, debo de ponerme el traje festero de la escuadra, peña, comparsa en cuestión y trato de aproximarme a lo que esperan oír los festeros. Al “enfrentarme” a un pentagrama en blanco valoro las siguientes opciones antes de componer:

1.Que los Cabos y Festeros se adapten a mi música.
2.Que mi música se adapte a las características especiales de los Cabos.
3.Que mi música descubra nuevas posibilidades para el mayor lucimiento del Cabo y festeros, dentro de la forma natural de desfilar de esa Comparsa.
Depende de las circunstancias elijo una u otra opción.
Los que conocéis mi música y me habéis visto dirigir alguna vez, sabéis que me gusta “vivir la música” desde la tarima de Director. Cuando estoy al frente de cualquier banda, aparto a un lado los “prejuicios estéticos” y me dejo llevar por lo que la música “pide” en cada momento.

No me cansaré de hacer referencia al espléndido artículo TINTE ESPECIAL, de mi amigo Paco Ribera, cronista de los Maseros, publicado en el Especial 2005 del “Día 4 que fuera”. En él toca “mi fibra” de músico, festero, compositor y villenero, trasladándonos a los sentimientos que nos afloran en un desfile.

Intuyo que poco a poco estáis adivinando hacia donde voy a parar con este artículo. Sí, cuando compongo para la fiesta recurro muchas veces al Cabo, ese Cabo que empuña su arma y la transforma en una “genial Batuta”; una “Batuta” que capta a la perfección todas las sensaciones y emociones que le llegan de la música, devolviendo toda su energía a sus queridos festeros, que aguardan como “buenos músicos” las órdenes de su inigualable “Director”.

Muchos de los movimientos que realizo cuando estoy al frente de una Banda, seguro que coinciden con los de algún Cabo. Mientras están “inmersos” en un desfile se encuentran como “transformados”, centrados en “dirigir” con sus gestos, con sus miradas, sus sonrisas, con cada uno de sus movimientos…, con ese espíritu villenero, con esa radiante alegría que llevan todos muy dentro.

El DIRECTOR transmite a los músicos y LOS MÚSICOS comunican al ESPECTADOR las distintas sensaciones que la MÚSICA es capaz de conseguir.
El CABO transmite a sus festeros lo que la música le sugiere; LOS FESTEROS obedecen y trasladan al ESPECTADOR las instrucciones que les han sido enviadas mediante todo tipo de gestos de su CABO.

Y no es exagerado pensar que al igual que el Director debe sacar el máximo partido de las partituras, de la música y de los músicos, el Cabo villenero o la Cabo villenera deben sacar lo máximo de la música que escuchan, el máximo de su escuadra, de su peña, de su comparsa…., el máximo de sus fiestas.
Sin duda la mayoría de nuestros Cabos gesticulan muchas veces con multitud de movimientos que son, como he dicho anteriormente, de auténtica Dirección de Banda o de Orquesta: cambios de intensidad, relajación, tensión, explosión de fuerza en las “arrancadas”, sensualidad, misterio…, realmente la música es eso, la música son contrastes, son estados de ánimo, son descripciones, es intensa, es plácida, es agotadora, es emocionante, es bella….

El Cabo de Villena lo tiene muy claro. Sabe donde tiene que “aguantar”, sabe donde tiene que sacar el máximo partido a la música y a sus festeros.
Como sabéis dentro de la música hay varios Géneros Festeros, y por eso mismo tenemos Cabos Labradores, Cabos Moros Viejos, Cabos Andaluces, Cabos Moros Nuevos, Cabos Piratas…. Cada uno de ellos es auténtico “especialista” en su Género, en su Comparsa. Por eso debo decir que no es fácil componer para Villena, aún siendo villenero, pues Villena es exigente, Villena no cuenta solamente con Cabos Moros y Cabos Cristianos, sino con Cabos Corsarios, Cabos Nazaríes, Cabos Marruecos…

Creo que en justicia “algo pasa” con nuestros Cabos, son “únicos”: Cabos Ballesteros, Cabos Realistas, Cabos Estudiantes, Cabos Bereberes, Cabos Almogávares, Cabos Cristianos… Hay una magia innata en ellos y en ellas, que no se aprende en ninguna escuela, no hay teoría escrita en ningún libro que enseñe a ser Cabo de Villena; se nace con este arte.

Para ser Cabo de Villena, además de haber nacido aquí y vivir nuestras fiestas como “nadie”, además el Cabo tiene esa “virtud”, ese “don”, esa “chispa singular” que no todos los villenenses tenemos. Ser festero es una cosa y ser Cabo además de festero, otra.

Esa “chispa singular” que los identifica es la esencia de las Fiestas de Villena; la “maestría” de los cabos al mando de sus escuadras es el estandarte de nuestra alma de fiesta; es nuestro sello…
Reconozco que los Cabos de Villena son bastante exigentes a la hora de desfilar, al igual que los festeros. No “marchan” con cualquier pieza, con cualquier composición. A veces les cuesta hasta cambiar de música, pues se sienten muy seguros con aquellas melodías que conocen a la perfección. Interpretan la partitura exquisitamente, con gusto, con elegancia, con sentido, con profundidad, con soltura….
Por último no puedo omitir hablar de los Premios al mejor y a la mejor Cabo. Sin duda los premios siempre son muy merecidos. Es un reconocimiento muy valorado dentro del Colectivo de Cabos.

Lo que está claro es que los Cabos pueden ser más o menos vistosos para el jurado encargado de puntuar. Pero si yo fuera un miembro del jurado daría muchos más premios atendiendo a la diversidad de excelentes cualidades que poseen:
1.Al más trabajador/a.
2.Al más vigoroso/a.
3.Al más entregado/a a sus festeros.
4.Al más lucido/a.
5.Al más simpático/a.
6.Al más noble.
7.Al que más variedad de movimientos realiza.
8.Al más firme.
9.Al más …

Así seguiría enumerando cada una de las características especiales de cada Cabo, hombres y mujeres, mujeres y hombres al son de un mismo sentir; diversidad, variedad, originalidad, belleza, contrastes…, con un denominador común: pasión por las Fiestas y por su “Morena”, la Virgen de Las Virtudes.
Recuerdo, para terminar, que cuando “El Bolsi” se volvía a nosotros, los músicos que llevaba detrás en el desfile, y nos miraba, ya lo decía todo…, sabíamos cómo lo estábamos haciendo, porque “El Bolsi” nos dirigía espléndidamente, aunque él no se diera cuenta. Era nuestro particular “Director”, un Director que nos levantaba el ánimo aún estando cansados, desfallecidos por el esfuerzo, por la entrega a aquellas partituras….
Estoy seguro que muchos Cabos de Villena podrían dirigir a cualquier Banda de Música sin necesidad de conocer el Lenguaje Musical, porque sus movimientos son auténticos, son sin duda muy claros para cualquier músico, porque en sus cuerpos y en sus gestos puestos en movimiento al contacto con la música, se perciben, se transmiten, se sienten perfectamente el carácter, tempo, estilo, matiz, colorido, brillantez…
¿No son acaso esos gestos los que está esperando cada músico antes de comenzar su “Entrada”?

GASPAR ÁNGEL TORTOSA URREA


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